“Un ojo que ve” así es
como se define Josef Koudelka, “muchas personas miramos pero no
todas vemos” asegura.
Koudelka
tiene un carácter muy peculiar y se ha dedicado a cultivar el mito
de su persona durante toda su carrera con frases y anécdotas como la
ocasión en la que al llegar a Londres tubo que alojarse en la casa de
David Hale (fotógrafo de Mágnum) y al ver que disponía de
laboratorio propio le pregunto si podía utilizarlo, Hale le contestó que por supuesto, como si estuviera en su casa, frase que Koudelka se
tomó al pie de la letra y se presentó en su casa con una bolsa con
800 carretes.
Otra muestra de su peculiar carácter la podemos ver en la pequeña conversación que mantuvo con los alumnos de la escuela Argra en Argentina:
El método de trabajo de Koudelka
tiene un toque personal; dedica la primavera y el otoño a fotografiar y el
invierno a copiar e intentar analizar su trabajo. Realiza copias en miniatura
de las imágenes que considera más interesantes montándolas en álbumes que
utiliza para articular su discurso. Este método es muy práctico a la hora de
enfrentarse al trabajo de uno mismo observando las fotografías en un formato
físico que permite zambullirse en la imagen para determinar si acepta la imagen
como propia o no. En este proceso es muy obsesivo, clasifica sus fotografías de
todas las formas que se le ocurre: ¿cuántas verticales tengo?, ¿Cuántas
horizontales?, ¿qué pasa con las luces?, ¿qué hay de las sombras? Así hasta la
saciedad.
En un texto anónimo se le define
como alguien que se detiene no sabe dónde, que se queda donde la gente le llama
la atención o en los lugares que
retienen su mirada. Koudelka es el nómada por excelencia de la fotografía
mundial y así lo podremos comprobar en el siguiente video que pertenece a una
de las sesiones del curso Un año de fotografía en el que se repasa su
carrera y se analizan sus fotografías en profundidad.
¡¡Esperamos que lo disfrutéis
tanto como nosotros!!.
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